Mujeres que Piensan
2 octubre, 2013ENAMORATE
12 noviembre, 2013Érase una vez dos hermanas gemelas que nacieron en un pueblo de América allá por el año 1942. Su venida al mundo fue algo nuevo e insólito y revolucionó el mercado de aquel entonces. Eran esbeltas, finas, transparentes. de “cristal” se llamaban. Tuvieron fácil entrada en la familia, sus antecesoras, las medias de algodón y de seda, no creían lo que veían, ellas gruesas resistentes poco adaptadas ven llegar a las hermanas pequeñas “las medias de cristal” de tejido fino, transparente, adaptable, elegante y encima irrompible, ¡no se hacían carreras!
Miraban a la pequeña media de cristal con un poco de “pelusa” por la acogida que había tenido en la familia. Ellas veían a Dña. Adelaida todo gozosa con su nueva adquisición. Contemplaban cómo metía su mano regordeta en ese fino tejido, lo estiraba después lo recogía todo hacia la punta, metía el pie, colocaba bien la puntera y el talón y con sumo cuidado, por las uñas, ¡zas! estiraba el resto por toda la pierna hasta el liguero encima del muslo ¡quedaba perfecta! fina, transparente. Era presumida nuestra media de cristal no menos que su hermana gemela.
Las dos era igualitas, del mismo color y de la misma largura (altura) y delgadez. Daba gusto verlas cuando en la terraza se columpiaban al viento después de haberse bañado en agua templadita y espumosa. Zis, zas; arriba, abajo, la vuelta entera ¡qué felices eran! Y a los rayos del sol se secaban y de nuevo Dña. Adelaida las introducía en su pie pequeñito y bailarín.
Como se lucían las dos en aquellas piernas tan bonitas de su dueña, se sentían importantes porque sabían que realzaban su belleza y sabían muy bien que eran admiradas por todos. Dña. Adelaida se sentía feliz, segura de sí misma desde su adquisición había acortado graciosamente (generosamente) sus falditas y caminaba airosa por la vida desde que se había puesto sus primeras medias de cristal.