Primera presidenta de UAGA
Fui la primera presidenta de UAGA del 2007 al 2011, sinceramente creo que eso no es un mérito personal, es la valentía de todo un sector que apostó por un equipo liderado por una mujer acompañada de otras dos mujeres y varios hombres, personas muy comprometidas con el medio rural y muy ilusionadas. El haber llegado a ser presidenta no fue algo premeditado, sino la consecuencia de mi compromiso y responsabilidad de trabajar en este sector y ante mi hija e hijo. El medio rural no puede seguir diciendo a sus hijas e hijos que este no es su lugar, que la ciudad es mejor; simplemente son espacios y formas de vida diferentes. Me gusta este sector y quiero un futuro mejor para mi familia en él.
Me duele que personas que no viven, ni trabajan en el medio rural decidan sobre nuestras vidas, pero más me duele que lo hagan con nuestra complacencia y desinterés. Nadie va a defender mejor que nosotras y nosotros mismos nuestra forma de vida, porque es nuestra y de nadie más, por ello las personas del medio rural somos las que tenemos que estar ( y no sólo ocupando las sillas y espacios, no nos debemos dejar manipular ) presentes en cada organización, asociación, comité, e instituciones que tomen decisiones sobre nuestros campos, pueblos, caminos y vidas.
Mi condición de mujer no fue ni un impedimento, ni una ventaja dentro de un grupo de más de veinte personas que empezamos a trabajar sobre ¿ Cómo nos gustaría que fuera el medio rural de Alava y Treviño ? . Lo importante no eran las personas, eran las ideas, y eso me enganchó. Las personas en UAGA deben ser sólo los ejecutores y realizadores de las ideas que se comparten. Por ello, hasta la última reunión no hablamos de las personas que irían en la lista y en el orden que luego fuimos. Yo propuse otra mujer para ser vicepresidenta, en grupo decidimos que mejor una mujer de presidenta aunque fuera arriesgado, y así quedó como podía haber sido de otra forma. Lo veíamos muy difícil pero conscientemente el grupo apostó por abrir camino y hacer un primer intento para facilitar el acceso a futuras candidaturas femeninas. Sin embargo, dimos la sorpresa y a la primera una candidatura muy femenina llegó y trabajó durante 4 años en UAGA.
En UAGA hay muchos sectores productivos, muchas áreas, mucho trabajo en definitiva , pero lo que en aquel momento y actualmente sigue guiando mis pasos en cada acto en que intervengo, o responsabilidad que acepto en las estructuras o administraciones en las que participo lo aprendí en UAGA antes de ser presidenta.
Antes la formación del medio rural alavés , afortunadamente, se hacía en el sindicato; lo cual permitía dar los cursos que el propio sector demandaba. Yo fui a uno sobre “ Aprender a hablar en público”, era sólo para mujeres. No lo olvidaré nunca, las mujeres agricultoras y ganaderas que allí conocí me enseñaron durante esos meses más que años de facultad. Allí me di cuenta que no sólo quería ser mujer rural, sino que quería ser mujer agraria, la diferencia entre mujer urbana y mujer rural, mujer rural y mujer agraria, y me comprometí conmigo misma. Allí decidí : “Voy a trabajar para estar orgullosos de vivir y trabajar en el medio rural, yo y mi familia”. Una cosa llevó a otra y terminé siendo la primera presidenta de UAGA.
Casa Rural: Aldea de Treviños
Dirección: Calle Mayor, 2, 4, 09217 Argote, Burgos
Teléfono: 945 36 01 16
Provincia: Burgos
Reservas: aldeasdetrevino.com
"El medio rural no puede seguir diciendo a sus hijas e hijos que este no es su lugar, que la ciudad es mejor; simplemente son espacios y formas de vida diferentes."
Discurso despedida UAGA
En mi vida hay un antes y un después de mi paso por UAGA. Fueron cuatro años, y fue: DURO, MUY DURO y POSITIVO, MUY POSITIVO Difícil porque tuve que aprender muchísimas cosas: técnicas, legales, organizativas, institucionales, económicas, emocionales,... . Toqué y sentí las bajezas y miserias del ser humano como nunca había sentido y sólo sabía su definición teórica. Vivimos el sentido más amplio de refranes de nuestros pueblos con los que nos abufetearon: “ Todo ladrón cree que el resto es de su condición” “ No hay mejor defensa que un buen ataque” “ El que calla jode al que habla” “ Entre todos la mataron y ella sola se murió” Decir que quiero creer en el futuro, necesito creer en mi futuro y el de mi familia trabajando en lo que nos gusta y por ello lucharé, quisiera que todos unidos lucháramos por ese futuro, porque estoy convencida que tenemos futuro en esta sociedad y pronto será reconocido nuestra labor y trabajo. Pero también fue positivo. Sentí la grandeza del ser humano, gestos de compañerismo entre afiliados de UAGA, de favores nunca cobrados, de sonrisas alegres. Porque lloramos y reímos muchísimo juntas y juntos. Positivo porque es bonito defender lemas como : yo quiero opinar, quiero manifestarme, quiero salir a la calle, quiero gritar mi problema, quiero participar, quiero definir mi futuro. Lo peor que viví queda para la intimidad, pero lo mejor vivido: Lealtad al propio sindicato. Respeto mutuo a la hora de la toma de decisiones. Transparencia hacia los afiliados. Coherencia con nuestra identidad. Responsabilidad en la toma de nuestras decisiones. Compromiso con entre nosotros y hacia la afiliación. Me siento enormemente agradecida de haber podido trabajar con ellos y ellas, de haber disfrutado, gracias a todos los afiliados/as por la oportunidad de ostentar el cargo de presidenta de UAGA nunca soñado por mí. Agradecida porque ahora veo la vida de otra forma, descubrí y desarrollé capacidades que desconocía y que ahora me situan de forma más consciente y más firme ante la vida. Enormemente orgullosa porque lo que hice lo hice de forma desinteresada, ni una sola ley que defendí ante las instituciones alavesas y vascas me afectaba a mi personalmente por ser treviñesa, sin sueldo; pero me llevé todo un aprendizaje personal que no hay dinero en el mundo que lo pueda pagar, no hay master ni licencitura en el mundo que enseñé lo que yo aprendí en esos cuatro años, y por ello siempre estaré agradecida a los y las que votaron por una candidatura arriesgada, ilusionada y entregada. Por último aprendí que esos cargos son una bendita oportunidad que a veces nos pone la vida frente a nosotros, pero no deben ser un objetivo y menos una forma de perpetuarnos en estructuras, cooperativas, administraciones, en definitiva dejemos las sillas libres para que otras personas puedan tener la oportunidad de aportar a nuestro medio rural tan necesitado de participación de personas que vivimos, trabajamos y nos sentimos orgullosas de ser rurales. Tras esos años me retiré de la primera línea de UAGA, continué con mi trabajo en el pueblo, pude dedicar más tiempo a mi pareja y mis hijos, tuve que descansar mucho tiempo para poder recuperar la energía invertida y poder acometer ahora nuevos proyectos ligados a la vida en nuestros pueblo porque mi lema sigue siendo el mismo