Las voces de las mujeres del medio rural, cada día… también el 15 de octubre
15 octubre, 2020Campañas del 25 N – Diputación Foral de Álava y Emakunde
25 noviembre, 2020- Me acuerdo de un regalo de Reyes, mesa y sillitas de madera, rosa y con cerezas pintadas, y de los juegos reunidos Jeiper.
- Me acuerdo de bajar y subir a la escuela persiguiendo y cazando mariposas.
- Me acuerdo de jugar a tiendas y hacer cazuelas con arcilla.
- Me acuerdo de cazar cangrejos descalza por el río.
- Me acuerdo de del frío en los pies para ir a la escuela.
- Me acuerdo del olor a carburo del candil y de la imagen de mi padre leyendo bajo su luz temblorosa.
- Me acuerdo del placer de meterse en la cama con el brasero dentro.
- Me acuerdo del dolor de presentir la muerte de un ser querido y que se cumpliera el presentimiento.
- Me acuerdo de la risa contagiosa e incontrolable en situaciones críticas.
- Me acuerdo de los chuzos enormes de hielo que colgaban de cada teja y yo veía desde mi cama.
- Me acuerdo del trozo de pan untado de tocino que mi padre nos guardaba de su comida. Era un regalo.
- Me acuerdo del sabor de la leche en polvo que nos daban en la escuela, del gran bidón marrón en el que estaba, llenarnos la boca de ella y reírnos al hablar y ver la nube de polvo salir de nuestras bocas.
- Me acuerdo de las noches de verano bajar del pueblo a casa, con mis padres y agarrados todos de las manos, cantando, “Vamos a contar mentiras trial ara……,” y a “Ocupar las calles que no pase nadie………”
- Me acuerdo del cuarto oscuro donde te castigaban y que estaba Rasputín.
- Me acuerdo de bailar en la plaza del pueblo en fiestas.
- Me acuerdo de la sensación de frescor al bajar del autobús y ver todo verde, tras duros meses de invierno trabajando interna en Bilbao con 15 años.
- Me acuerdo de la felicidad de ver a mis hijos recién nacidos.
- Me acuerdo de mi lugar de sueños, el jardín y el paseo, del viejo balneario, donde nací y crecí, con sus bancos de piedra, el columpio colgado de la rama de una de las acacias del paseo y el enorme álamo que cubría el rio donde lavábamos y nos lavábamos de rodillas.
- Me acuerdo del invento con el que ama solucionaba la falta de fuerza en los cuartos traseros de los cerditos.
- Me acuerdo del frío que pasaba en mi Vespino en invierno yendo a trabajar.
- Me acuerdo del olor del cantueso en mis viajes en Vespino por Extremadura.
- Me acuerdo de los ventisqueros de nieve que se formaron en la carretera y no nos dejaban pasar. Y luego decían que no nevaba como antes.
- Me acuerdo de lo frías que estaban las sábanas en la invierno.
- Me acuerdo del calorcito que daba la gata encima de mi cama en invierno.
- Me acuerdo de la sensación de libertad y poder que sentía volviendo con las vacas a casa las noches de luna.
- Me acuerdo de mi ‘equipo’ de escalada cogiendo te de roca: alpargatas.
- Me acuerdo del olor de los donuts de chocolate, cuando no venían envasados en plástico, cuando eran a granel, en cajas de 6 o 12.
- Me acuerdo de los besos de mi tía, que me mojaban los mofletes y no me gustaba.
- Me acuerdo un jersey amarillo oscuro de cuello redondo que tenía mi padre, de que lo llevaba con un pantalón de cheviot y zapatos de ante marrón. Y de que estaba muy guapo.
- Me acuerdo de mi cartera del colegio, de color amarillo mostaza, de bandolera. En el curso anterior, en parvulitos, había tenido una más pequeña, roja con asas blancas.
- Me acuerdo de la furgoneta Sava verde pistacho que tuvo mi madre. Y de la blanca que tuvo después, también Sava, y de que su matrícula era la fecha de nacimiento de mi hermana.
- Me acuerdo de los tirabuzones que me hicieron el día de mi primera comunión y de la cara de espanto que puso mi madre cuando me vio llegar de la peluquería.
- Me acuerdo del Land Rover en el que nos llevó un día mi padre al colegio porque había nevado.
- Me acuerdo del olor de los vestuarios de gimnasia en el colegio de las monjas. Y de la tómbola en el patio pequeño el día de Santa Joaquina de Vedruna, que era la fiesta del colegio. Y las películas en las que las monjas cortaban la escena del beso.
- Me acuerdo de cuando se fumaba en los lugares públicos y era asqueroso el olor a tabaco que se impregnaba en la ropa
- Me acuerdo de mi abuela cada vez que consigo sacar una sonrisa a alguien con cara seria.
- Me acuerdo que me encantaba mirar al cielo y que soñaba con ser astronauta.
- Me acuerdo de los días de nieve jugando (trineando o a copazo limpio) y el chocolate con churros que mi ama nos hacía.
- Me acuerdo de bajar a la escuela con mi hermano en la bici y yo en el manillar.
- Me acuerdo de hacer coronas con margaritas
- Me acuerdo de estar sentada en la rodilla de mi aita para rascarle la espalda.
- Me acuerdo de los bocadillos de nata y azúcar.
- Me acuerdo del viento en mi cara yendo en moto con aita.
- Me acuerdo de jugar en el monte con mis amigos.
- Me acuerdo de mi perro Trotski que me acompañaba al autobús, cuando iba a estudiar.
- Me acuerdo de las noches interminables de cháchara con mis amigas.
- Me acuerdo del primer momento que vi a mi hija y las sensaciones que recorrieron mi cuerpo.
- Me acuerdo del día que conocí a mi compañero (nunca pensé que terminaríamos juntos).
- Me acuerdo de mis padres y su cariño que ya no tengo.
- Me acuerdo de los días tontos que terminaba llorando como una madalena sin saber porque.
- Me acuerdo de la gente que es incondicional y está siempre a mi lado pase lo que pase.
- Me acuerdo del dolor del mundo, que muchas veces es mi dolor.
- Me acuerdo de la felicidad de ser inocente y hacer lo que te dé la gana sin importar que.
- Me acuerdo de la mesa grande con mis abuelos padres y hermanos
- Me acuerdo del dolor de la muerte.
- Me acuerdo que el sol siempre brilla.
Post coral con recuerdos de Yolanda Murguia Cabrera, Marian Urrechu Reboiro, Carmen Mendigutxia López, Maite Alejo Oñate y Mentxu Ramilo Araujo.
¿Y tú? ¿De qué te acuerdas?